La
decisión del Gobierno de privilegiar al Fondo Monetario y al BID por
encima del Banco Mundial a la hora de discutir los vencimientos, puso a
la Argentina muy cerca de perder todos los vínculos financieros con
el organismo que preside el canadiense John Wolfensohn.
En rigor, el Banco Mundial es el único organismo con el cual la
Argentina se encuentra por el momento en cesación de pagos. Mañana
se sabrá si esa decisión se amplía al BID y el viernes será el test
frente a un vencimiento con el FMI, que no admite postergaciones.
Con el Banco Mundial el Gobierno tiene nueve líneas de crédito en
ejecución, cuyos desembolsos, por un total de 2.200 millones de dólares
quedarían en suspenso si se declara el default definitivo. Por
ahora, Argentina mantiene su condición de moroso, pero a partir de esta
semana podría pasar a la categoría de "default" ya que se
cumplirían 90 días desde la fecha original del incumplimiento.
En consecuencia, si la Argentina ingresa al club de los países "parias"
(así es como se denomina en la jerga del mundillo financiero
internacional a los estados que caen en cesación de pagos con los
organismos multilaterales) perdería el derecho de recibir unos 1.800
millones de dólares en préstamos a lo largo de este año.
Estas líneas de financiamiento corresponden a una serie de programas
financiados por la entidad, que están distribuidos en varias
provincias:
- Dos programas
destinados a la agricultura que suman 200 millones de dólares y
benefician a 11 provincias.
- Fondos para
financiar el desarrollo de obras públicas en varios municipios y
provincias, que suman 335 millones.
- Un plan por 276
millones para optimizar la distribución de energía eléctrica
generada en la represa de Yacyretá.
- Planes por 100
millones para que varias provincias desarrollen un plan de
asistencia materno infantil y otros 15 millones para la lucha contra
el sida y las enfermedades de transmisión sexual
- Un proyecto de
recuperación y mantenimiento de las rutas nacionales por 450
millones y de mejoramiento del transporte urbano de Buenos Aires por
otros 200 millones
- Programa de
emergencia por 42 millones para contrarrestar el efecto de las
inundaciones
- Financiamiento
por 165 millones para la reforma de la educación universitaria y
otros 90 millones destinados a proyectos comunitarios e
investigaciones sobre la pobreza.
Si el Gobierno nacional no paga esta semana, Córdoba dejaría de
recibir un programa de US$ 303 millones, y Santa Fe otro de 330
millones, destinados a financiar la reestructuración administrativa
y la provisión de servicios públicos. A la provincia de Buenos
Aires también se le cortaría un programa de 119 millones para
mejorar la infraestructura y la calidad educativa del nivel
secundario. También el Gobierno porteño cuenta con un programa del
Banco Mundial por 57 millones de dólares destinado a la educación
secundaria de 60.000 alumnos de pocos recursos.
Hasta ahora, la primera consecuencia práctica fue que se congeló
un desembolso de 600 millones que el Banco Mundial iba a aprobar
para destinarlo al programa Jefas y Jefes de familia. Pero el
Gobierno aseguró que, aun sin esta línea de crédito, el
financiamiento de este programa social está garantizado.
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